Viaje

 

I

Brillante.

Una luz que enceguece 

y se disfruta.

¡Qué candor tan celestial!

¡Qué potente rastro, ante todo!

Una supernova.

Ahora miro el cielo hipnotizado.

¡Y la música!

Un baile tardo,

movimientos seductores,

el cuerpo es el arma.

II

Mis brazos,

siento su masa, mas no los percibo.

Observo como todo se abre ante mis ojos.

Saboreo palabras que callo y

dulcemente envidio a quienes cuales locuaces locutores hablan sin descanso.

¡Me siento, hoy, tan diminuto!

¡Frágil!

Sólo el espejo atestigua mis movimientos.

Vuelvo a bailar,

vuelvo a caer.

III

Otra vez la música me atraviesa.

Cual puñal me deja sus cicatrices.

Frenesí, éxtasis y...

IV

Súbitamente todo se detiene.

Me reencuentro con mis dos manos;

con mi ausente mirada.

Vuelvo a mi piel.

Fotografía de Fracesca Woodman